A día de hoy, existen más de 1.500 millones de smartphones conectados a internet a nivel mundial. Un estudio elaborado por Alcatel Lucent ha revelado que en el año 2014, al menos 16 millones de todo los smartphones del mundo están infectados por un virus.
Un móvil infectado puede convertirse en una puerta de entrada a cuentas bancarias, comunicaciones, datos personales… En definitiva, a nuestras vidas en general. Los expertos ya han dado la alarma y es que el número de virus concebidos para dispositivos móviles empieza a equipararse con el existente para ordenadores convencionales.
Los dispositivos móviles son fácilmente manipulables, se pasan las 24 horas conectados a internet y, en añadido, no generan la misma sensación de peligro en los usuarios que los ordenadores, lo cual los convierte en la víctima perfecta. Y, al contrario de lo que muchos decían, ninguna marca escapa a los fallos en la seguridad, algo que se demostró después de que Apple el robo de cuentas de 225.000 terminales que fueron hackeados.
En este sentido, el 60% de la navegación en internet se realiza a través de dispositivos móviles, cifra que crece de manera paralela al malware que se genera de manera diaria. Pero es el exceso de confianza por parte de los usuarios lo que se está convirtiendo en la vía de entrada.
Anteriormente, la entrada de este tipo de software se producía a través de troyanos introducidos vía SMS. Sin embargo, actualmente la principal vía de entrada de los virus son aplicaciones de apariencia benévola para smartphones (44,6% de los casos), lo que las convierte en las líderes del ranking de detecciones del segundo trimestre de 2015. Aunque muchos debéis estar pensando que se trata de apps procedentes de fuentes externas a las fuentes oficiales, la realidad está muy alejada de este pensamiento, y es que según la empresa de seguridad RiskIQ este tipo de programa malicioso ha crecido en un 400% dentro de mercados oficiales como Google Play, donde en muchas ocasiones el ciclo de vida de las aplicaciones es tan corto que impide chequear.
Pese a estas cifras, las apps no son la única vía de contagio. La segunda más popular es el software de adware, los cuales hacen referencia a anuncios que aparecen en nuestra pantalla tras visitar páginas comprometidas y en los que el ciberdelincuente consigue una comisión, y otras tan simples como las falsas redes de free Wi-Fi, en las que si te conectas puedes estar facilitando tus datos y cuentas bancarias a terceros en función del uso que des a esa conexión.
La protección de este tipo de dispositivos pasa por asegurarse de que es el verdadero dueño quién está haciendo uso de los mismos. Empresas como Agnitio están desarrollando sistemas de reconocimiento a través de voz con el objetivo de dificultar el hackeo en los procesos de acceso. Sin embargo, hasta que este tipo de procesos biométricos estén del todo desarrollados, todavía serán muchas las puertas por las que se podrá entrar.
La ciberdelincuencia está a la orden del día y es por ese mismo motivo que las empresas requieren cada vez de más profesionales que les ayuden a paliar sus efectos. El Máster en Ciberseguridad de La Salle Campus Barcelona te dará los conocimientos necesarios para que seas capaz de enfrentar la ciberdelincuencia de hoy y de mañana.
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